Deja que el Señor te use

Por Frances Tibayan


Tal vez te has sentado en algunas sesiones de asesoramiento. Tal vez has visto videos de consejería bíblica pero aún no has aconsejado oficialmente a alguien. No te atreverías. La mayoría de nosotros nunca nos sentimos listos para aconsejar. Es una tarea desalentadora ponerse a sí mismo ahí fuera mientras uno se siente como un aficionado. Sin embargo, la sensación de querer ayudar no disminuye. Anímese. El Espíritu vive en ti y las Escrituras son lo que hablas (Rom 8:11; Ef 4:15). No tienes que inventar nada original. Toda la sabiduría que necesitas y hablas es el aliento de Dios (2 Tim 3:16). Aquí hay cinco maneras de ganar confianza al comenzar: Pregunta si puedes observar una sesión de consejería, recopila buenas preguntas, conéctala de nuevo con Dios, déjalos con esperanza y dales el evangelio.

Pregunta

A medida que tu corazón crece por la familia de la iglesia, pregunta a los líderes o consejeros de la iglesia si puedes participar como ellos aconsejan a otros. No para sumar sino para absorber. Tomen muchas notas, piensen y escriban las preguntas que harían. Intenta aplicar tu conocimiento bíblico a la situación. Pregunta si puedes hablar con los consejeros durante unos minutos.

Recopila

Muchos consejeros hacen énfasis en las buenas preguntas. Al principio, puede que sientas que no sabes lo que es una buena, moderada o mala pregunta. Aún así, comienza con las preguntas y ve a dónde te lleva, especialmente en las primeras sesiones. La información que obtengas de las preguntas comenzará a revelar un punto sensible, algo que el Señor está revelando. Recuerda no entrar pensando que sabes todas las respuestas. En su lugar, sé un oyente curioso.

Conecta

La Palabra de Dios tiene que ser el centro de lo que está bien y lo que está mal. Cuando tu hermana comparta sus quejas, conéctala siempre con el Señor haciendo una pregunta reveladora como: ¿Qué crees que el Señor tiene que decir al respecto? ¿O dónde crees que está Dios en esta situación?

El consejo no es sólo encontrar el versículo correcto en el momento adecuado, es ayudarles a conectar a Dios con su juicio. La consejería utiliza la bondad de la palabra de Dios en su situación específica (2 Tim 3:16-17).

Esperanza

Después de una sesión de 60 a 90 minutos, las palabras de aliento darán vida a tu amigo. Terminar con evidencias de gracia proporciona vislumbres de esperanza. Pídeles que identifiquen las evidencias de gracia. Luego sigue con las formas en que ves la bondad de la mano soberana de Dios. Es difícil ver a través de la niebla cuando te sientes golpeado, decepcionado o solo.

Evangeliza

El evangelio en el cual Dios es para nosotros en Cristo no es sólo para los nuevos creyentes. Todos nos beneficiamos al conocer y escuchar nuestra historia de redención. Necesitamos que la gente aplique el evangelio a diario. El evangelio que escuchamos en el pasado nos da confianza para los retos futuros. Dios no nos ha dejado y promete que no lo hará. Llévalos de vuelta a ese fiel pacto que fue hecho a través de Jesucristo (Jer 31:31-34; Lucas 22:20).

Conclusión

Sentarse en una sesión te proporciona una estructura clara para que no solo dispares en la oscuridad. Recoger buenas preguntas ayudará a guiar la conversación hacia una recuperación útil. Busquen constantemente maneras de conectarse con el Señor para que tengan una esperanza real. Recuérdales el evangelio para que prueben la bondad del Señor. El Señor te usará mientras aconsejas a la gente hacia él.

 

Carrito de compra