Profetas Posteriores
La literatura profética del Antiguo Testamento es de suma importancia porque es parte del marco de referencia para leer y entender el Nuevo Testamento y en especial la obra de Cristo. De hecho, los autores del Nuevo Testamento se apoyan en dicha literatura para explicar elementos importantes del evangelio. Por ejemplo, los profetas posteriores se citan en gran variedad de contextos, en el Evangelio de Mateo, se cita a Isaías 61:1-2 para ilustrar la naturaleza del ministerio de Jesús como el Mesías esperado, y en Lucas se cita a Isaías 61:1-2 y a Jeremías 31:15-17 para ilustrar la naturaleza del ministerio de Jesús como un mensaje de consuelo y esperanza para los oprimidos. En Hechos, se cita a Isaías 55:3-4 para ilustrar la invitación de Jesús a venir a él y beber de su agua viva. En Romanos, se cita a Isaías 64:4 y a Jeremías 31:33 para ilustrar la naturaleza de Dios como un Dios que se revela a aquellos que lo buscan. En la carta de Santiago se cita a Isaías 40:6-8 para ilustrar la transitoriedad de las cosas de este mundo. En la carta de Pedro se cita a Isaías 8:14 y a Joel 2:32 para ilustrar la importancia de testificar acerca de Jesús. En la carta de Juan se cita a Isaías 40:3 para ilustrar la importancia de preparar el camino para la venida de Jesús. En Apocalipsis, se cita a Isaías 29:18 y a Jeremías 25:15-17 para ilustrar la venganza de Dios contra los impíos, por solo citar algunos ejemplos.
Así pues, se puede afirmar que los profetas posteriores brindan un marco teológico para el desarrollo de doctrinas importantes del Nuevo Testamento, por lo que una comprensión de está literatura es fundamental para entender y desarrollar una sana comprensión de la teología bíblica y del evangelio.
Pero la importancia de los libros proféticos va más allá de ser solo un marco teológico para el Nuevo Testamento. Está literatura en sí misma tiene un gran valor para revelarnos el carácter de Dios, traernos consuelo en medio de momentos difíciles y para mostrar la continuidad del plan de Dios y sus promesas.
Los profetas posteriores son la evidencia escrita de cómo Dios habla y obra en medio de las crisis y la decadencia del pueblo de Israel. De cómo en medio del mensaje de juicio y condena contra el pecado también siguió un mensaje de esperanza y restauración universal porque por sobre todo, Dios es Dios misericordioso y bueno.
Para aprovechar este curso al máximo, buscaremos desarrollar una visión comprensiva de los profetas posteriores en su contexto y en el marco de la historia de la redención.
En el curso de profetas posteriores veremos cómo Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel; y los profetas menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahún, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías, contribuyen a la revelación de Dios.
Para esto:
- Exploraremos algo del contexto histórico y literario de estos libros, lo cual nos dará un panorama de está literatura dentro del canon bíblico y nos ayudará con algunas claves para su correcta lectura e interpretación.
- Exploraremos algunos temas teológicos relevantes en estos libros. Temas que son relevantes dentro de la teología bíblica y que nos ayudan a entender la historia de la redención.
- Veremos su conexión con la teología del Nuevo Testamento, lo cual nos ayudará a ver cómo la literatura profética sirve de marco para la teología del Nuevo Testamento, y cómo la Biblia nos narra una historia completa.
Course Content
Carta Descriptiva
Instructor
Milcar Martínez
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