Las cartas escritas por Pablo son las más leídas y analizadas por la iglesia en el mundo, y esto no es de sorprendernos; Pablo escribió la mayor parte del contenido del Nuevo Testamento y como apóstol a los Gentiles, es quien articula cómo los gentiles junto a los judíos constituyen el nuevo pueblo de Dios. La reforma protestante y su preocupación por entender la naturaleza de la salvación también llevan a que la luz caiga sobre las cartas de Pablo, especialmente Romanos y Gálatas.

Quizá sea Apocalípsis, entre los libros Juaninos, uno de los más leídos y temidos del Nuevo
Testamento y es por su enfoque en los últimos días. Inconscientemente, las cartas de Juan son
tratadas como si fuesen material de segunda clase (¡“no muy importantes”!). Sumado a esto, pocas
veces leemos las cartas de la Biblia como leeremos cualquier carta que llega a nuestra casa: de
principio a fin. Los creyentes normalmente tienen conocimiento de algunos versículos, normalmente
desconectados de su contexto, sin tener un panorama general del mensaje central de las cartas.

Las cartas de Juan hacen parte del canon de las Escrituras. ¿Es posible que el discípulo que caminó con Jesús durante su ministerio público y fue llamado “el discípulo amado” tiene algo para
enseñarnos? ¡Claro que sí! El apóstol Juan es bastante creativo para enseñar: nos regaló una biografía de Jesús (el evangelio) y cuatro cartas (1, 2, 3 de Juan y Apocalipsis). En sus tres primeras cartas, el apóstol propone tres rasgos que deben estar presentes en todo aquel que ha nacido de Dios. La carta de Apocalípsis, saturada de imágenes y símbolos que a algunos asusta y que a otros obsesiona, Juan nos regala una visión del futuro que define cómo vivimos el presente: cómo el cielo y la tierra se encuentran; cómo vivimos en la tierra sabiendo que Jesús está en el trono; y cómo al conocer el final de la historia podemos cumplir nuestro papel presente en la misma. El fin de todo es el esperado: Dios gana.

Este curso ofrece un panorama que ayudará al participante a entender cómo los escritos de Juan
encajan en la Biblia, a explorar la contribución particular de cada documento, junto con su estructura. Y aún más importante, la relevancia de estos escritos en nuestro peregrinaje de fe, especialmente nuestra lealtad a Jesucristo como discípulos que encarnan su misión en el mundo.